Todd Perchert, gravemente herido en un choque en T provocado por el jefe de policía de Albuquerque, relata la experiencia que le cambió la vida. Perchert conducía su Mustang de época cuando el camión sin matrícula del jefe de policía Harold Medina chocó contra él en un cruce. Perchert sufrió graves lesiones, como fractura de clavícula, omóplato, ocho costillas y atelectasia pulmonar, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
El accidente se llevó por delante su preciada reliquia familiar. La esposa de Perchert, Danielle, exige responsabilidades a la ciudad, criticando la respuesta de la APD y los elogios del alcalde a las acciones de Medina. Tienen previsto interponer una demanda para obtener una indemnización y respuestas sobre la conducta de Medina y la gestión de la investigación. A pesar de las operaciones, Perchert se enfrenta a un futuro doloroso e incierto, que afectará a su estilo de vida, antes activo. La APD continúa una investigación interna sobre el incidente, centrándose en el cumplimiento de la política y las posibles medidas disciplinarias.