Todd Perchert conducía su Mustang de época por la Ruta 66 cuando el jefe de policía de Albuquerque, Harold Medina, en un camión policial sin distintivos, chocó contra él en Central y Alvarado. Perchert sufrió lesiones que le cambiaron la vida: fractura de clavícula, omóplato, ocho costillas y colapso pulmonar. Se necesitaron placas de titanio en una operación de siete horas. La respuesta municipal ha sido criticada; los Perchert exigen responsabilidades e indemnizaciones, y estudian la posibilidad de interponer una demanda. Se preguntan por qué no se multó a Medina y por qué la APD se investiga a sí misma. A pesar de la recuperación, Perchert sigue sufriendo dolores y tiene limitada la movilidad, lo que altera su activo estilo de vida. Su querido Mustang, una reliquia familiar, también sufrió daños totales.